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RADIOFRECUENCIA

Cuando hablamos de Radiofrecuencia, nos referimos a una termólisis selectiva. Es un procedimiento médico basado en las radiaciones electromagnéticas el que cual tiene múltiples aplicaciones como por ejemplo en tratamientos faciales para mejorar las líneas de expresión facial, bolsas de los ojos y arrugas; y en tratamientos corporales de reafirmación general (flacidez), lipoescultura y como parte del arsenal en el tratamiento de la celulitis.

La técnica consiste en aplicar energía a través de la superficie de la dermis, mediante un calentamiento profundo y controlado que afecta a la piel y al tejido celular subcutáneo, provocando una serie de reacciones, las cuales favorecen a:

– La formación de nuevo colágeno, al elevar la temperatura de los fibroblastos, estas son las células encargadas de su fabricación; tanto en la piel como en el tejido subcutáneo, permitiendo que todo el tejido adquiera firmeza debido a la reorganización de los septos fibrosos.

– El drenaje linfático, permitirá disminuir los líquidos y las toxinas en el que se encuentran los adipocitos del tejido afectado.

RADIOFRECUENCIA-CARA
RADIOFRECUENCIA

¿Cuándo usar la radiofrecuencia?
La radiofrecuencia es un método que mejora la laxitud de la piel, es el tratamiento más conveniente para aquellas personas que presentan una ligera flacidez en la piel de la cara y cuello, pero que aún no requieren lifting quirúrgico; también puede ser aplicada para reducir la flacidez corporal presente en la parte interna de los muslos, en los brazos, abdomen y glúteos; también ha sido eficaz en la zona del busto.

Como la duración de las sesiones, el número de estas es también variable y van a depender de las necesidades de cada paciente. En general se consideran necesarias entre 4 y 6 para la zona facial y entre 6 y 10 para los tratamientos corporales.
El tratamiento es inocuo, apenas produce un leve enrojecimiento pasajero de la zona tratada. Después de la aplicación el paciente puede reanudar su vida normal. No tiene ningún efecto secundario, no es doloroso (tan sólo se nota un cierto calor en la zona tratada) y no necesita anestesia.