Con técnicas de aplicación seguras se logra dar volumen, perfilado, proyección, atenuación de las arrugas, hidratación entre otros beneficios. Para ello se requiere de la combinación de una buena estrategia de tratamiento y experiencia con el manejo de los “rellenos” de ácido hialurónico.
Actualmente disponemos de productos cuya duración promedio tras su aplicación es de 8 meses a un año, dependiendo del metabolismo y hábitos de cada individuo, siendo necesario algunas veces realizar “retoques” para mantener el efecto deseado.
Todos los procedimientos se realizan en una o dos sesiones hasta obtener el resultado definitivo; se realiza con anestesia tópica (ungüento anestésico), además que los productos contienen anestésico local, haciendo del procedimiento muy llevadero.
